Manuel Teodoro reveló que venció el alcoholismo tras 17 recaídas: “Estoy vivo de milagro”

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Séptimo Día se convirtió en un pilar de su vida profesional mientras Manuel superaba una adicción que marcó su adolescencia y juventud - crédito @manuelteodorober/Instagram

En diciembre de 2006, Manuel Teodoro, reconocido periodista y director del programa Séptimo Día de Caracol Televisión, enfrentó uno de los momentos más críticos de su vida.

Tras años de consumo de alcohol, una noche de excesos lo llevó a tocar fondo. Según relató en el pódcast ¡Qué Locura!, conducido por la periodista María Elvira Arango, esa experiencia marcó un punto de inflexión en su vida.

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“Estoy vivo de milagro después de esa rumba”, confesó. Fue entonces cuando decidió buscar ayuda profesional para superar una adicción que había comenzado en su adolescencia y que casi le cuesta la vida.

De acuerdo con lo expuesto en el pódcast, el camino hacia el alcoholismo de Manuel Teodoro tiene raíces profundas en su infancia. Nacido en Nueva Orleans, Estados Unidos, de padre filipino y madre colombiana, creció en un entorno familiar marcado por la falta de afecto y la inexperiencia de sus padres, quienes se casaron a los 18 años tras un embarazo no planeado.

Durante sus peores momentos, Manuel llegó a consumir alcohol durante el trabajo, comprando cuatro botellas de vodka al día - crédito @manuelteodorober/Instagram

“Ellos no supieron cómo ser papás. También tenían sus propios traumas”, explicó el periodista, quien aseguró que, aunque no culpa a sus padres, la ausencia de amor y atención dejó una huella significativa en su vida.

Durante su niñez, Manuel Teodoro vivió en Filipinas, donde su familia se trasladó buscando nuevas oportunidades. Sin embargo, las tensiones entre sus padres culminaron en un “divorcio violento” cuando él tenía 14 años. Tras la separación, regresó con su padre a Filipinas, donde enfrentó un entorno de excesos y abandono emocional. Según relató, su padre adoptó un estilo de vida desordenado, lleno de fiestas, mujeres y alcohol, lo que agravó en Manuel el sentimiento de rechazo que ya cargaba.

A los 16 años, Teodoro se refugió en el consumo de marihuana y alcohol como una forma de llenar el vacío emocional que sentía. “Era más para sentir alivio”, explicó en la entrevista.

Aunque logró terminar el bachillerato y más tarde estudiar periodismo en Estados Unidos, el hábito de consumo se mantuvo presente. A pesar de su éxito profesional, que incluyó trabajos en cadenas como CNN, el periodista no lograba superar el dolor emocional que lo acompañaba desde su infancia.

Manuel buscó la aprobación de su madre, lo que lo llevó a desarrollar una dependencia emocional que también influyó en su consumo de alcohol. “Yo quería la aprobación de mi mamá. Cero resentimiento y total perdón, pero ¿qué hacía? Entonces tomaba, tomaba y tomaba”, confesó en el podcast ¡Qué locura!.

El periodista relata que vivir en Filipinas con su padre tras el divorcio familiar agravó el sentimiento de abandono emocional que sentía desde niño - crédito @manuelteodorober/Instagram

En su peor etapa llegó a consumir alcohol de manera constante incluso durante su jornada laboral. Según relató, todas las mañanas compraba cuatro botellas de vodka antes de ir al trabajo, consumiéndolas a lo largo del día.

El punto de quiebre llegó en 2002, cuando asistió por primera vez a una reunión de Alcohólicos Anónimos. Aunque este fue un paso importante, el proceso de recuperación no fue lineal. Manuel enfrentó entre 17 y 18 recaídas antes de lograr mantenerse sobrio.

Fue en 2006, tras una noche de excesos, cuando su esposa le hizo una advertencia que lo impactó profundamente: “No quiero que tus hijos te vean así, te estás muriendo”. Estas palabras lo llevaron a buscar ayuda profesional en un centro especializado en el tratamiento de adicciones, donde permaneció internado durante 65 días y continuó con un plan de soporte de varios meses.

El periodista también reveló que su adicción tuvo consecuencias graves en su vida personal y familiar. “Yo no me acuerdo del nacimiento de Camila, mi primera hija, porque estaba tan borracho que no podía ir al hospital”, admitió. Además, hace 10 años sufrió un infarto, una secuela de los hábitos poco saludables que mantuvo durante años.

En una etapa crítica de su vida, Manuel encontró ayuda profesional en FundaCreSer y permaneció internado 65 días para iniciar su recuperación - crédito Colprensa

Hoy, con 17 años de sobriedad, Manuel Teodoro reflexiona sobre el impacto que su adicción tuvo en su vida y en la de su familia. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el alcoholismo es la tercera causa de muerte prematura y discapacidad en el mundo, y en Colombia, 2,5 millones de personas están en riesgo de desarrollar esta enfermedad. En este contexto, la historia de Manuel se convierte en un testimonio de superación y en un llamado a buscar ayuda para enfrentar esta problemática.

Séptimo Día, el programa que dirige desde 1996, es uno de los espacios periodísticos más reconocidos de la televisión colombiana. A través de este formato, Manuel expuso problemáticas sociales y casos de relevancia nacional, consolidándose como una figura influyente en el ámbito periodístico.

Sin embargo, su lucha personal contra el alcoholismo revela una faceta menos conocida de su vida, marcada por la resiliencia y el esfuerzo por reconstruirse tanto a nivel personal como profesional.

En su conversación con María Elvira Arango, Manuel enfatizó la importancia de la humildad en el proceso de recuperación. “Yo no tenía humildad, pero cuando la vida te pone en una alcantarilla y te pone a vivir con ratas, y estás caminando ya en el valle de los muertos del infierno, ahí sí te entra la humildad”, reflexionó.

Su historia es un recordatorio de que, incluso en los momentos más oscuros, es posible encontrar un camino hacia la recuperación y la esperanza.

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