El estudio de Harvard que muestra el efecto de los antibióticos en la memoria

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Los antibióticos son esenciales para tratar infecciones bacterianas, pero su uso prolongado -y en algunos casos abusivos por parte de algunos pacientes- generó preocupaciones sobre posibles efectos secundarios, especialmente en adultos mayores. Entre las inquietudes más recientes se encuentra si su consumo puede impactar negativamente la memoria y la función cognitiva. Sin embargo, una investigación realizada por la Universidad de Harvard y publicada en Neurology, la revista de la Academia Americana de Neurología, ofreció respuestas.

El uso de antibióticos no solo combate bacterias perjudiciales, sino que también elimina microorganismos beneficiosos del microbioma intestinal, causando un desequilibrio conocido como disbiosis intestinal. Este desequilibrio puede provocar efectos secundarios como diarrea, náuseas y candidiasis.

Además, investigaciones previas sugirieron que la disbiosis intestinal podría influir en la función cognitiva debido al eje intestino-cerebro, una conexión bidireccional entre ambos sistemas. Estas hipótesis llevaron a la comunidad científica a investigar si el uso de antibióticos podía aumentar el riesgo de enfermedades neurodegenerativas como la demencia o el alzhéimer.

Los adultos mayores de 65 años tienen el mayor índice de prescripción de antibióticos (imagen ilustrativa)

Para abordar estas preocupaciones, un equipo de investigadores de Harvard realizó un estudio a gran escala con 13.500 adultos mayores sanos durante cinco años. Los participantes, de 65 años o más, realizaron pruebas periódicas para medir su memoria y función cognitiva antes, durante y después del estudio.

Los resultados fueron claros: el 63% de los participantes usó antibióticos al menos una vez durante el periodo de análisis, pero no se encontró ninguna relación entre su consumo y un mayor riesgo de deterioro cognitivo o demencia. De las personas analizadas, 461 desarrollaron demencia y 2576 mostraron algún grado de deterioro cognitivo. Sin embargo, los investigadores concluyeron que estas condiciones no estaban asociadas con el uso de antibióticos, incluso en tratamientos prolongados.

El neurólogo Steve Allder, consultor de Re:Cognition Health, destacó en declaraciones a Medical News Today que “los resultados muestran claramente que el uso de antibióticos no aumenta el riesgo de deterioro cognitivo o demencia en adultos mayores sanos”. “Sin embargo, se necesitan estudios con periodos de seguimiento más largos para confirmar estos hallazgos”, completó.

Cómo ayudar a un adulto mayor al fortalecimiento de su memoria

El estudio aporta un alivio significativo para los adultos mayores, quienes tienen un alto índice de prescripción de antibióticos. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), las personas mayores de 65 años tienen un 50% más de probabilidades de consumir estos medicamentos en comparación con los jóvenes, lo que hace que este segmento de la población sea especialmente vulnerable a los posibles efectos secundarios.

Aunque se requieren más investigaciones para evaluar los efectos a largo plazo, esta evidencia respalda la seguridad cognitiva del uso de antibióticos en tratamientos necesarios. Los especialistas además recomiendan que para prevenir dichas enfermedades es importante llevar un estilo de vida saludable en todo momento. Esto incluye adoptar una dieta mediterránea, ejercicio físico regular, estimulación mental y conexión social.

Tips para cuidar la memoria

  1. Mantenerse mentalmente activo: resolver crucigramas, aprender un nuevo idioma, tocar un instrumento musical o participar en juegos de mesa son actividades que estimulan el cerebro.
  2. Ejercicio físico regular: caminar, practicar yoga o realizar ejercicios aeróbicos, mejora la circulación sanguínea y contribuye al funcionamiento del cerebro.
  3. Alimentación equilibrada: incorporar alimentos ricos en antioxidantes, como frutas y verduras, además de omega-3 presente en pescados grasos, puede beneficiar la salud cognitiva.
  4. Socializar con frecuencia: participar en actividades grupales o mantener contacto con amigos y familiares reduce el estrés y mantiene la mente activa.
  5. Establecer una rutina de sueño saludable: dormir entre 7 y 9 horas diarias ayuda a consolidar la memoria y mejora las funciones cognitivas.
  6. Realizar chequeos médicos regulares: controlar la salud general y tratar condiciones como hipertensión o diabetes puede prevenir problemas que afecten la memoria.

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